El aroma de los libros

El aroma de los libros
Porque leer empieza por el olfato

Leer es una experiencia que involucra todos los sentidos. Para comenzar, el tacto es el primer privilegiado en gozar del roce del papel o del grosor del lomo. Enseguida, las palabras se convierten en sonidos y sabores que pueden evocar las historias que de las páginas se van deshilvanando.

En tanto, ¿qué pasa con los olores? Si eres un amante del libro como "objeto", entonces sientes una misteriosa atracción por el aroma de las librerías, es decir, el olor que cada ejemplar desprende.

A continuación, te presentamos las diferencias entre cada uno y así también podrás analizar la razón por la cual te atrae uno más que el otro.

Un libro nuevo

Se antojan como un panqué recién salido del horno. Como decir "está fresco" o "recién horneado". La combinación de olores es el resultado de tres fuentes utilizadas en su fabricación: papel, tinta y adhesivos o costuras. Aun así, cada libro conserva un aroma propio, algo así como su personalidad. Por eso, por más que veamos en estos químicos algo que podría no tener trascendencia, lo que hace la experiencia fantástica es la mezcla entre ellos. Como la comida: si bien cada ingrediente es importante, el placer viene de la mágica convivencia que juntos crean.

Hoy su fabricación está enfocada en el peculiar color blanco y reluciente que presumen las hojas de todos los libros nuevos. Pero llegar a ese blanco implica hacer un tratamiento hasta conseguir el tono deseado. Sin conformarse con ello, los libros ahora están protegidos por una sustancia que los hace relativamente resistentes al agua. Ahora, si sumamos el olor de la tinta, el pegamento y el papel, el resultado es la liberación de compuestos orgánicos que resultan atractivos para quien los huela.


Un libro viejo

El pasado, en un libro como en todo, deja huella. Una que se puede percibir en el desgaste de su encuadernación o en el color amarillento que los años han derramado en las hojas, y qué decir de lo que en sus páginas podemos encontrar. Lo que es frecuente perder de vista es que también ese libro que alguna vez fue impreso, ahora ha percibido y absorbido el paso del tiempo en aromas que atestiguan su larga vida. Él es testigo de incontables manos que lo han sostenido, también puede contar su relación con sus compañeros de librero o el café y el tabaco que acompañaron a un buen lector, ahora impregnados en sus páginas. En ocasiones, del mismo modo, llegó a ser testigo del tiempo a través de la humedad y el resquebrajamiento de sus hojas.

La verdad es que recorrer una librería de viejo o una biblioteca hace que, como por arte de magia, el transeúnte se sienta, aunque sea por un instante, en estado de relajación y comodidad. Los lectores sabrán que no hay como la experiencia tan agradable de aproximar un libro viejo al rostro. La mezcla de los años y las sustancias que se desprenden de su manufactura se juntan para transmitir un aroma interesante y atrayente. ¿Sabes por qué?

La ciencia ha comprobado que no es producto de la reacción sentimental de las personas, sino por las sustancias que vieron nacer al libro, así como las reacciones químicas que éstas han producido en el tiempo. Entre la tinta, el papel y las costuras que conforman un libro viejo, se encuentra el Benzaldehído, una sustancia que recuerda al olor de las almendras, mayormente utilizada para saborizantes o colorantes. La segunda y más importante es la Lignina, contenida en los árboles y, por lo tanto, en el papel. Es gracias a ella que los troncos de los árboles se mantienen firmes. Lo que sucede con la Lignina en los libros es que se oxida, como cualquier sustancia orgánica, provocando que el papel quede “amarillo”, pero también que su olor sea más penetrante. Lo que no sabías sobre esto es que ésta es "prima hermana" de la vainilla, y por consiguiente percibimos su olor tan agradable y atractivo.

Si pensamos en todo esto a la hora de leer un libro, entenderemos mucho de nosotros. La cuestión es simple, ¿por qué existen personas que por más que quieran, no pueden despegarse del libro para leer en una pantalla? Su olor es parte del ritual de leer. Sin duda su aroma es una razón más para comprender por qué un libro como "objeto" es tan seductor. Sencillo, apela a los sentidos.

Ahora ya sabes lo que hay detrás del aroma de los libros. Te invitamos a que, si tienes oportunidad, vayas a una biblioteca, a una tienda de viejo o a una librería de ejemplares nuevos. Comprenderás la razón por la cual dedicarles este espacio a ellos, amerita cada palabra.


¿Qué reflexiones te despierta este curioso tema?

¿Por qué crees que el olfato es parte importante del ritual de la lectura?

Si has olido un libro viejo, ¿cuál es?

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